20 marzo, 2015

OSVALDO HECTOR PAULIN y GRACIELA J. DEVALIS DE PAULIN - "Gustavo y La Gringa"



En la segunda mitad del año 1974, luego de los hechos trágicos de Catamarca, posteriores al frustrado intento de copamiento del Regimiento 17 de Ingeniería Aerotransportada y otros hechos que implicaron nuestra seguridad en la ciudad de Tucumán, Ana (Adriana Spaccavento), llega un día con una pareja de compañeros cordobeses; Gustavo, a quien también llamábamos "el colorado" y la Gringa, y una pequeña beba cercana al año de edad, llamada Marianita.

Gustavo, iba a ser el nuevo responsable del frente "E.E. o Proselitismo Militar" en la ciudad de Tucumán, y la Gringa se incorporaría al equipo.

Fue poco el tiempo compartido en la militancia tucumana, ya que hacia finales de ese año, fui enviado a Buenos Aires, debido a las condiciones de seguridad debilitadas.

Llego a Buenos Aires, estando clandestino, me alojo en una antigua vivienda de inquilinato, ubicada en el "Bajo Belgrano", donde aún habitaban familiares mios. Busco trabajo y empiezo a trabajar, pero quedo desenganchado ya que nadie había concurrido a las citas preestablecidas.

Paso así un par de meses, y una tarde luego de salr de mi trabajo, en el centro de la ciudad, voy caminando por la avenida Corrientes, desde el obelisco hacia Callao, cuando de repente, alguien que venía con paso apresurado a mis espaldas me para, me saluda con enorme alegría y me lleva junto con él hacia el bar donde estaba sentado con una cra. y desde donde casualmente me había visto pasar caminando.

Era Gustavo y la cra. era Ana. También Gustavo y su familia habían tenido que abandonar Tucumán. Hacía poco que estaban en Bs. As. y tenían problemas de vivienda, así que fuimos todos a vivir a la casona de inquilinato del bajo Belgrano.

Allí pasamos varios meses, prácticamente hasta finales de aquel año 1975, recibiendo la visita asidua de Ana, quien sería entonces nuestra responsable, y pasaría muchas jornadas en aquella vieja casona. Se había establecido una relación natural entre los compañeros con mi familia que allí vivía y otros que los visitaban.

Nadie ignoraba nuestra condición de militantes y los más cercanos conocían nuestra pertenencia al PRT-ERP. También durante la estancia de ellos allí, nació el segundo hijo de la pareja, Marquitos, tan coloradito como su padre.

Hacia finales de ese año, se mudaron y desde entonces no volvimos a vernos.

Osvaldo Héctor Paulín y Graciela Josefa Devalis de Paulín fueron secuestrados el 12 de julio de 1976 y permanecen desaparecidos.

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